La
Patagonia y la costa de Chile es uno de los puntos del planeta para
la observación de ballenas y cetaceos. Entre noviembre y mayo
distintas especies de cetáceos se reúnen a lo largo de la costa
chilena para alimentarse de krill y pequeñas sardinas.
Los
meses clave para el avistamiento de jorobadas en el Estrecho de
Magallanes son enero y febrero. Como esta zona es rica en sardinas y
krill, las ballenas se dedican a comer para tener la energía
suficiente y migrar hacia aguas más cálidas. Es
posible ver una gran cantidad de especies en el estrecho
de Magallanes, durante las salida por el sur de Chile que rodean
Punta Arenas. Las especies más frecuentes que se encuentran son las
ballenas jorobadas, las orcas, los rorcuales norteños, las ballenas
francas enanas, además de delfines de Commerson, australes y
chilenos. El Parque Nacional Francisco Coloane de Tierra del Fuego es
uno de los mejores lugares para embarcarse en tours de avistamiento
de ballenas.
Es común ver ballenas francas enanas y jorobadas en ese lugar, como
también ballenas francas australes.
Ya
fuera de la Patagonia, Punta
de Choros,
justo al norte de La
Serena,
es el hogar de un grupo de delfines mular que pueden observarse, y de
vez en cuando también se han visto ballenas jorobadas.
En
Arica, aunque las aguas son cálidas casi todo el año, es en el
verano cuando se dejan ver cachalotes y ballenas rorcuales a poco más
de 20 kilómetros de la costa. Un poco más al sur frente a la Caleta
Chañaral, en la Isla que lleva el mismo nombre, las
ballenas australes, azules y francas aparecen muchas veces
acompañadas por delfines mular y pingüinos de Humboldt.
Puñihuil,
en Chiloé, es una pequeña y poco conocida caleta, en donde
irónicamente se logran ver los animales más grandes que habitan la
Tierra: las ballenas azules. Estos mamíferos, que pueden llegar a
pesar 180 toneladas, también se asoman en Melinka pequeño poblado
de la región de Aysén.
El
Golfo Corcovado y el noreste de la Isla de Chiloé son reconocidos
por la comunidad científica internacional como el área con el mayor
índice de avistamientos de ballenas azules en todo el hemisferio
sur.
Se dice que no hay más 3.000 en todos los océanos del mundo, pero
en esta zona se estima una población de más de 300 ejemplares.
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