24 sept 2019

PRINIPALES DESTINOS TURÍSTICOS DE IBIZA


Sant Joan de Labritja
Situado al norte de la isla, este municipio nada tiene que ver con las zonas más turísticas. A diferencia de Sant Antoni de Portmany o la ciudad de Ibiza, Sant Joan de Labritja (San Juan Bautista) cuenta con extensos montesbosques vírgenes y entornos rurales donde conviven vecinos que aún se dedican a la agricultura y a la ganadería. Con sus iglesias de color blanco y sus casitas rústicas es todo un homenaje a la Ibiza más tradicional.
Dispone de una buena colección de calas que se abren paso entre los imponentes acantilados que bordean la costa. Benirràs, Caló des Moltons, Cala Xarraca, Cala d'en Serra o la cala de Sant Vicent son las mejores de la zona para darse un chapuzón.
Su zona más turística es Portinatx, ideal para visitar en familia, ya que cuenta con todos los servicios (restaurantes, bares, tiendas, hamacas, deportes acuáticos…). Destacan sus tres playas: playa de S'Arenal Petit, hermana pequeña de S'Arenal Gros, la playa más extensa de Portinaxt, y Playa Porto, rodeada de montes cubiertos de pinos. La zona es ideal para los amantes del senderismo y del buceo.
No hay que dejar de visitar la cueva de Can Marçà, un antiguo refugio de piratas y bucaneros.
En el pueblecito de Sant Joan tiene lugar uno de los mercadillos más jóvenes de la isla, pero a la vez el más auténtico. Además de artesanía, ropa o complementos aquí se pueden adquirir productos como azafrán, aceitunas, miel, queso y todo tipo de conservas. Se celebra los domingos en pleno centro y cuenta con música en vivo.


Santa Eulària des Riu
En el noreste de la isla se extiende el municipio de Santa Eulària des Riu (Santa Eulalia del Río), que cuenta con una veintena de playas (46 km), ya sean arenales vírgenes o playas a pie del núcleo urbano.
El pueblo de Santa Eulària es un buen destino para que toda la familia disfrute de unas vacaciones tranquilas. Lo primero que sorprende es el imponente Puig de Missa, una colina donde se han erigido casitas blancas de poca altura –muy diferentes a las construcciones de la ciudad de Ibiza y Sant Antoni– y desde donde domina la iglesia de Santa Eulària. Su otro reclamo es el Museo de Etnografía, en el que se exhiben desde trajes típicos hasta instrumentos musicales, joyas o aperos de labranza.
La zona es ideal para las parejas que busquen combinar relax con turismo gastronómico y rural. Entre sus más de 250 restaurantes, hay una amplia oferta de cocinas para todos los gustos: mediterránea, ibicenca, fusión…Además, en estos restaurantes marinan perfectamente los platos con los vinos de la isla –aquí se produce el 80% del vino de Ibiza–. Tampoco faltan pintorescos pueblos de iglesias encaladas como Sant Carles de Peralta o Santa Gertrudis de Fruitera.
Santa Eulària alberga los dos mercadillos hippies más famosos de la isla: el de Punta Arabí y el de Las Dalias (Sant Carles de Peralta). El primero, con más de 500 puestos y música en vivo, es el más grande de la isla. Ambos son perfectos para comprar moda ‘adlib’.




Ibiza capital (Eivissa)
El casco antiguo de Ibiza, Dalt Vila (XVI), es un museo al aire libre. Se trata de la fortaleza costera mejor conservada del Mediterráneo, lo que le ha valido el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además de perderse por sus calles blancas, hay que realizar una parada en los edificios más importantes de la isla: la catedral, el convento de Santo Domingo –sede del Ayuntamiento– y el Museo Arqueológico. A los pies de las murallas se sitúa La Marina, antiguo barrio de pescadores y hoy uno de los lugares con más ambiente de la isla. En sus callejuelas se concentran gran número de bares, terrazas y tiendas. De mayo a octubre se puede pasear por el mercadillo hippy del puerto.
Al margen de su recinto amurallado, Ibiza cuenta con otros reclamos culturales como la necrópolis Puig des Molins, también Patrimonio de la Humanidad. Utilizada durante más de 1.000 años como cementerio, conserva más de 3.000 tumbas subterráneas.
En las inmediaciones del centro urbano se encuentran las playas de Talamanca o d'en Bossa, ideales para practicar todo tipo de deportes acuáticos. La otra gran playa de esta zona es la de Ses Figueretes, a la que se puede acceder directamente desde el casco antiguo.


Playa d'en Bossa
A escasos kilómetros de la ciudad de Ibiza se extiende esta popular zona turística donde se puede encontrar todo tipo de bares, restaurantes y algunas de las discotecas más famosas de la isla. Playa d'en Bossa cuenta con un extenso arenal de más de tres kilómetros de longitud donde disfrutar de una intensa jornada playera. Los beach bars contribuyen a darle el toque singular a la zona gracias a sus camas balinesas, sabrosa comida y música relajante a cargo de Dj’s. Esta playa es ideal para practicar paddle surfflyboard o alquilar una moto de agua o un catamarán.
Playa d'en Bossa es una de la mejores zona para salir de fiesta. Sus mayores reclamos turísticos son las macrodiscotecas Ushuaïa y Hï Ibiza, aunque no son los únicos. Alberga desde discotecas con un ambiente más chic y relajado hasta bares playeros como Bora Bora, donde bailar a plena luz del día. Al margen de su ambiente fiestero, la extensión de Playa d'en Bossa hace que cuente con zonas más tranquilas, ideales para familias.


Sant Josep de sa Talaia
En el interior de Ibiza se encuentra este apacible municipio –el más grande de la isla– que ofrece naturaleza y una gran oferta cultural. Sus 80 kilómetros de costa están salpicados de calas de aguas cristalinas como Cala Comte, Cala Bassa o Cala Vedella.
Cala d´Hort y el Parque Natural de Ses Salines son algunos de los bienes naturales más preciados de la isla. Es muy recomendable visitar Cala d´Hort al atardecer, con la majestuosa presencia del islote de Es Vedrà, que emerge justo frente a la playa. Igual de apetecible es Ses Salines, que además de destacar por la producción de sal, cuenta con más de 210 especies de aves y 178 especies de plantas repartidas en sus más de 1.500 hectáreas terrestres y 13.000 marinas.
A esto se suma el patrimonio histórico de Sant Josep, con un gran número de iglesias medievales, yacimientos arqueológicos como el poblado fenicio de Sa Caleta –Patrimonio de la Humanidad–, torres de defensa, y una gruta natural, Cova Santa.
También se pueden realizar excursiones a pie, en bicicleta o a caballo por sus paisajes rurales, así como pasar la mañana del sábado recorriendo el mercadillo de Sant Jordi, que se celebra en un antiguo hipódromo. Sant Josep cuenta con gran variedad de restaurantes donde poder probar y disfrutar de la gastronomía típica de la isla, como por ejemplo el ‘bullit de peix’, un guiso de pescado acompañado de patatas y alioli, seguido de arroz.
 En el municipio de Sant Josep se alza el monte Sa Talaia, el más alto de Ibiza (475 metros), desde donde se disfruta de una panorámica de casi toda la isla.



Sant Antoni de Portmany
Sant Antoni de Portmany (San Antonio), en el noroeste de la isla, es una de las principales zonas turísticas de Ibiza y, sobretodo, una de las favoritas del turismo joven. La costa de Sant Antoni disfruta de playas de aguas tranquilas y transparentes, aptas para todo tipo de público, y arenales ideales para bucear.
Una jornada de playa se completa con una animada noche en cualquiera de los bares y restaurantes que llenan las calles del casco urbano, el paseo marítimo y la bahía. El chiringuito más famoso es Café del Mar –en Calò des Moro–, un referente musical que cada año atrae a miles de turistas por sus impresionantes puestas de sol.
El pueblo de Sant Antoni de Portmany alberga también un interesante casco histórico. Algunos monumentos de interés son la iglesia de Sant Antoni, con un cinturón de torreones que protegía a la población de ataques piratas; las Torres d'en Lluc, un yacimiento arqueológico formado por dos antiguas torres y una muralla de la Edad Media, y las iglesias de Sant Rafael, Sant Mateu y Santa Agnès.
También forman parte del municipio de Sant Antoni los pueblos de Sant Rafel –declarado Zona de Interés Artesanal, ya que aquí trabajan algunos de los mejores ceramistas de la isla, y conocido por albergar dos de las discotecas más famosas de Ibiza: Privilege y Amnesia–; Sant Mateu, donde se elabora el mejor vino de la isla, y Santa Agnès de Corona, ejemplo de la Ibiza rural tradicional.





17 sept 2019

EL PARQUE NACIONAL MONTAÑAS DE SIMIEN: el hogar de los geladas


Situado a unos 100 kilómetros al norte de Gondar, las montañas Simien constituyen una de las mayores cordilleras de África, con al menos una docena de cumbres por sobre los 4.000 metros. Entre estas se encuentra Ras Dashen, el punto más alto de Etiopía con 4.553 metros de altura, el cuarto pico más alto de África. La vertiente occidental de la cordillera, con excepción de Ras Dashen, fue declarada como Parque Nacional Montañas de Simien en 1969 mientras que toda la zona fue catalogada como Patrimonio Mundial por UNESCO en 1979.


La codillera de Simien se compone de varias mesetas principales divididas por los valles de grandes ríos. La meseta occidental está limitada al norte y al este por una inmensa escarpadura, con muchos kilómetros de largo por sobre los 1.000 metros de altura e interrumpida a lo largo de su longitud por profundas quebradas. Las vistas al norte desde la parte superior de esta escarpadura miran sobre las llanuras que se extienden hasta Eritrea. Gran parte de esta área de escarpada se encuentra dentro del parque nacional, que cubre la parte occidental de la cordillera, y corre hacia el este hasta la cumbre del Monte Bwahit (4.430 metros), incluyendo algunas de las secciones más dramáticas del trekking que recorre el borde de esta escarpadura. Ras Dashen se encuentra a unos 10 kilómetros al este del parque nacional, y está separado de este por el desfiladero tallado por el gran río Mashesha.
Tres de los grandes mamíferos endémicos de Etiopía son residentes en las montañas Simien. El babuino gelada es el más común de estos, con una población estimada de más de 7.000 individuos, los cuales se suelen ver congregados en grupos de hasta 400, especialmente en las cercanías de Sankaber. Por el contrario, el lobo etíope, con una población de unos 50 ejemplares concentradas sobre las laderas superiores de las montañas Bwahit y Ras Dashen, es muy raro de ver. Por su parte, la cabra de montaña Walia fue cazada hasta cerca de su extinción a finales de 1960, con sólo 150 animales sobrevivientes, pero las estimaciones recientes sitúan su población  actual en torno a los 600. Otros mamíferos no endémicos presentes en el parque incluyen la hiena manchada, el chacal común y el antílope. El número de aves registradas en Simien no es alta, con cerca de 180 especies, pero el parque se caracteriza por las aves de rapiña, incluido el poderoso quebrantahuesos, el cual es habitual de observar en los campamentos de Sankaber y Geech.






10 sept 2019

EL ÚLTIMO CABALLO SALVAJE EN EL MUNDO: el caballo Przewalski o "Takhi" en Mongolia


La estepa del desierto del Gobi Dzúngaro (Gran Gobi B) es el hogar del último caballo salvaje en el mundo: el caballo Przewalski, llamado "Takhi" en Mongolia. Ha vivido una historia muy turbulenta, ya que se extinguió en la naturaleza en la década de 1960. Sin embargo, los Takhi sobrevivieron en cautiverio, basados ​​en apenas 13 animales fundadores.

En 1992, comenzaron los programas de reintroducción de zoológicos en Europa, que llevaron al caballo de Przewalski a su país de origen. En el Gobi B, donde se produjo el último avistamiento en 1968, International Takhi Group (ITG) lidera una estación de reintroducción y de investigación con base científica; el trabajo de ITG se basa en un mandato / contrato con el gobierno de Mongolia.



En los últimos 25 años, la población Takhi tuvo que adaptarse nuevamente al duro clima de su antiguo país de origen y tuvo que pasar por dos fenómenos climáticos llamados Dzud en Mongolia. A pesar de los desplomes causados ​​por estos inviernos fríos, a principios de 2018, hay alrededor de 200 individuos que vagan libremente por el Gobi B. Para que ITG reintroduzca los medios del caballo Przewalski también para ayudar a proteger el ecosistema de Gobi. Por lo tanto, el Takhi sirve como buque insignia para la conservación de la naturaleza en esta área remota donde, junto al Takhi, viven otros animales migratorios como el Khulan y la gacela bocanada.

El color del caballo de Przewalski varía desde un marrón claro en la parte posterior hasta las fosas nasales blancas y una barriga blanca. Cuenta con un cuerpo compacto con un cuello fuerte y extremidades pesadas y su altura es de aproximadamente 130 cm. La melena de Takhi se mantiene erguida y desde la melena hasta la cola se mezcla una franja dorsal oscura. A diferencia de los caballos domésticos, el inicio de la cola de Takhi se prolonga hacia abajo.

El Takhi es el animal sagrado de Mongolia.







3 sept 2019

EL OESTE DE MONGOLIA Y LOS KAZAJOS, LOS CAZADORES CON ÁGUILAS





Mongolia occidental es el país de montañas cubiertas de nieve, animales salvajes y minoría kazaja. La montaña Altai se extiende desde el punto más occidental hasta Gobi por 1.500 kilómetros. El Parque Nacional Altai Tavan Bogd se encuentra en la frontera oeste del país y Huiten, el pico más alto de 4.374 m, se encuentra en el glaciar más largo de Potanin. Huiten es el sueño de los montañeros, el desierto del lugar es extremo por su parte de la zona fronteriza protegida por soldados armados. La zona fronteriza también es conocida por sus pinturas rupestres de la edad media de la piedra. Los kazajos, una pequeña minoría establecida en Mongolia occidental en la década de 1850, crían camellos, caballos, yaks y cabras y entrenan águilas para la caza.

La caza del águila es una tradición comúnmente practicada por los kazajos y los kirguises y llevada a Mongolia occidental con la migración de la década de 1850. El águila es considerada como el rey de las aves entre los kazajos, y quienes los entrenan para la caza toman el deporte como el más alto de orgullo y fama. Los cazadores de águila se roban el águila justo después de la eclosión y la llevan a casa para que se adapte a la voz de sus dueños. Se prefiere el águila hembra ya que es más grande que el macho y generalmente nace para cazar con su vista aguda, y el entrenamiento generalmente es para que no dañe a la presa hasta que el propietario venga y la consiga. Durante el Festival del Águila, se sabe que las águilas más fuertes cazan un lobo.