28 may 2015

HUACACHINA: EL OASIS DE SUDAMÉRICA

Próximo a la ciudad peruana de Ica y al borde de un cálido desierto, se encuentra el oasis de Huacachina, el único oasis que existe en Sudamérica. Las aguas verdosas de su laguna y los frondosos árboles contrastan con la aridez de las dunas de arena que lo rodean.

Una leyenda cuenta que el oasis se formó con las lágrimas de una hermosa joven de cabello negro y profundos ojos verdes, desconsolada por la muerte de su amado, un valiente guerrero inca. Los lugareños aseguran que en las noches de luna nueva aún se pueden escuchar los lamentos de la muchacha. De aquí proviene el nombre de la laguna: “huaccac china”, que en quechua significa “llanto de mujer”.





Desde principios del siglo XX, el oasis de Huacachina se ha convirtido en un lugar de visita obligado de turistas y viajeros, en parte favorecido por su clima agradable, su ubicación y su extraordinaria belleza. Cuenta con numerosas casas y hoteles, además de toda la infraestructura necesaria para hacer de Huacachina un exclusivo balneario para unos días de descanso.

El boom turístico del oasis de Huacachina tuvo lugar hacia la década de 1950. El balneario era visitado por personajes nacionales e internacionales, artistas y gente de la alta sociedad, atraídos por la posibilidad de disfrutar de un paisaje extravagante sin correr riesgo alguno para llegar hasta. El oasis se encuentra a poca distancia de la ciudad de Ica. 

http://www.birdinglleidaexpedicions.cat/es/content/per%C3%BA

El turismo de aventura ha servido para hacer resurgir el interés por el oasis de Huacachina. En la actualidad, el lugar es visitado por turistas de todo el mundo, que llegan hasta el oasis con sus vehículos 4x4 para practicar el sandboarding, es decir, surfear en las enormes dunas con tablas especiales para la arena.

Sin duda, el oasis de Huacachina es un paraje inolvidable que no debe perderse en su estancia en el Perú.








22 may 2015

ROYAL EDINBURGH MILITARY TATOO FESTIVAL

Un desfile militar como un espectáculo de Broadway



Entre los festivales que se celebran en Edimburgo, el Military Tattoo es el más sorprendente por sus protagonistas. Puede comenzar con el vuelo de un avión caza sobrevolando la Royal Mille y acabar con fuegos artificiales iluminando el Castillo de Edimburgo.

Pero no pensemos que es un espectáculo para turistas, hasta los mismos habitantes de la ciudad de Edimburgo también tienen sus tickets reservados con antelación para no perdérselo. El Military Tatoo no es sólo un desfile militar, también es la posibilidad de sentir la importancia de la Commonwealth como elemento de unión entre países tan dispares como el Reino Unido, Lesotho, Canadá o Namibia. En el Military Tatoo los regimientos hacen espectáculo.



Pero, ¿qué es el Royal Edinburgh Military Tattoo? Podemos decir que se trata de un desfile militar de las Fuerzas Armadas de la Commonwealth y otros ejércitos de países invitados. España participó en 2008 y México en 2013.




Origen del desfile militar



Se celebra desde 1949 en Edimburgo, aunque su origen se remonta al siglo XVIII. En este momento Escocia, ya dentro del ejército británico, estaba sumida en guerras con los Países Bajos y a las 10 de la noche daban el toque de queda para cerrar los grifos y dejar de vender cerveza. El "grito de guerra" en flamenco era "Doe Den Tap Toe" ("Cierren los grifos") y de ahí el nombre de "Tattoo" al quedar asimiladas las dos últimas palabras "Tap Toe". El ejército británico decidió incorporar este término para la "última llamada / tarea del día" y para celebrar representaciones musicales de los propios soldados.



Desde entonces, este evento celebrado cada año en Edimburgo desde 1949 y cada vez con mayor concurrencia de público, no es exclusiva de la capital escocesa ya que se conmemora en todo el Reino Unido, pero la que ha tenido más fama, y aún sigue teniendo, a nivel internacional es la que se celebra en esta ciudad de Edimburgo, quizá por su despliegue de medios.





El evento durante agosto



La fiesta acompañada de desfiles de soldados, gaitas que suenan desde la explanada del Castillo, donde se celebra el evento, y termina con fuegos artificiales que se pueden observar desde casi cada punto de la ciudad. La antesala al Castillo, que durante el resto del año es un maravilloso mirador por un lado de la Ciudad Nueva y, por otro, de la Ciudad Vieja, durante el Festival de agosto se convierte en un colosal escenario formado por una grada que tarda aproximadamente tres meses en ser construido y sólo un mes en desmontarse.

Por supuesto, no es lo mismo leer sobre el evento que acudir en persona y poder experimentar en vivo el bullicio de gente de todo el mundo, los colores de las vestimentas de los militares, el sonido de los instrumentos y el estallido de los fuegos artificiales. Así que no se pierdan el espectáculo.