Meditar
en alguno de sus más de 400 templos
En
Tailandia, donde casi el 95% de la población es budista, la meditación es
fundamental. A través de ella se interiorizan las lecciones de Buda. Además de
conocer estos ritos a través de cursos o retiros, son imprescindibles las
visitas a templos como Wat Arun (Templo del Amanecer),
a orillas del río Chao Phraya. Su torre central (‘prang’) de 76 metros de
altura, decorada con miles de conchas marinas y piezas de porcelana china, es
una de las imágenes icónicas de la capital.
Hacerse
una foto con Buda
En
el templo de Wat Pho se encuentra el buda reclinado más
grande de Bangkok. Con sus de 46 metros de largo y 15 de altura recubiertos de
pan de oro, ocupa casi la totalidad de la sala en la que se encuentra.
Fotografiarse junto a él es una de las estampas más típicas en cualquier visita
a los templos de la ciudad. Wat Pho es también el templo que alberga mayor
número de figuras de Buda en Tailandia.
Relajarse
con un masaje tailandés
En
hoteles, spas, centros especializados y hasta en la calle. La oferta de masajes
en Bangkok no tiene fin. La técnica tailandesa va más allá de la curación
física, y también busca que la energía fluya. Precisamente, Wat Pho es uno de
los mejores sitios donde darse un masaje. Aquí se encuentra la WatPo Thai Traditional Medical and Massage School, una
escuela de masaje basada en la medicina tailandesa tradicional. También ofrece
cursos.
Perderse
entre mochileros de todo el mundo
Los
más de diez millones de habitantes que tiene Bangkok hacen que un paseo por la
caótica capital tailandesa (y hasta cruzar un semáforo) sea toda una aventura.
Un ejemplo es Khao San Road, la calle más animada,
turística e internacional de Bangkok, definida como “el centro del universo
mochilero”. Cuenta con multitud de restaurantes y puestos de comida tailandesa
e internacional.
Saborear
la cocina tailandesa
La
cocina thai, con su mezcla de dulces, salados, agrios y picantes, es una de las
mejores del mundo, y los tailandeses dan cuenta de ello comiendo en la calle a
cualquier hora del día. Son los reyes del ‘street food’, donde el plato
estrella es el ‘pad thai’ (tallarines con gambas o pollo). Chatuchak
Market, que se autoproclama como el mercado de fin de semana más grande
del mundo, es un buen lugar donde probarlo. De lunes a viernes, una buena
opción es Chinatown.
Visitar
el Gran Palacio Real
Es
una de las principales atracciones turísticas de la capital tailandesa. La
construcción del Gran Palacio Real comenzó en 1782 y ha
funcionado de residencia real. Acoge además de las estancias reales, un museo, edificios
públicos y Wat Phra Kaew, el Templo del Buda Esmeralda. Este aparece
representado en una pequeña estatua de jade verde de 66 centímetros, y es
objeto de veneración para los tailandeses.
Regatear
y regatear en los mercados
En
Bangkok proliferan los mercados. Algunos de los más populares son Sampeng Market, en Chinatown, y Wang Lang
Market. En todos ellos, el regateo es más que habitual y lo normal es
empezar ofreciendo la mitad del precio que uno esté dispuesto a pagar. La
oferta de compras es también infinita en lujosos centros comerciales como Siam Paragon o CentralWorld, el más
grande del sudeste asiático.
Pasear
en tuk-tuk
Pese
a su apariencia rudimentaria, estos vehículos de tres ruedas suelen tener
capacidad para dos o tres pasajeros y se mueven con soltura entre el tráfico.
El tuk-tuk solo es recomendable para trayectos cortos y es imprescindible
regatear el precio con el conductor antes de subir. Se puede coger en cualquier
parte, por ejemplo, después de visitar la Baiyoke Tower II,
la torre más alta de Tailandia.
Asistir
a un combate de Muay Thai
Son
más habituales en zonas rurales y en la ciudad de Chiang Mai, pero los combates
de Muay Thai son un acontecimiento social, además del deporte nacional, para
los tailandeses. En este tipo de boxeo casi todo está permitido. En Bangkok
existen varios estadios en los que se programan combates a diario, pero los más
multitudinarios son Lumpinee Boxing Stadium, donde
pueden verse entre ocho y diez combates nocturnos durante unas cuatro horas y Rajadamnern Stadium.
Explorar
la vida nocturna de la ciudad
Bangkok
tiene la mejor vida nocturna del sudeste asiático. El bullicio del día no merma
al anochecer: clubes y discotecas se anuncian con luminosos neones. Y antes no
debe faltar una visita a alguno de sus múltiples ‘rooftop bars’. Uno de los más
famosos es el restaurante Vertigo y su Moon Bar,
ubicados en la planta 61 del hotel Banyan Tree.
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