1. Adentrarse en el paraíso
de la biodiversidad
Costa Rica es
uno de los países con mayor riqueza biológica del mundo. Este pequeño país
centroamericano alberga el 5% de la biodiversidad del planeta y un 3,5% de la
vida marina universal en tan solo 51.100 km2 (apenas un 1% de la superficie del
planeta). Aquí viven más de medio millón de especies distintas muchas de ellas
endémicas. Además, presenta una gran variedad de ecosistemas (bosque tropical
lluvioso y seco, bosque nuboso, bosque de manglar, costas del Atlántico y
Pacífico…) y de microclimas que permiten disfrutar del país durante todo el año.
2. Experimentar la
sostenibilidad
Costa Rica ha
sido y es un país pionero en turismo sostenible. La sostenibilidad se practica
en instituciones públicas, en empresas privadas y desde la sociedad en general,
ya que está profundamente arraigada en la cultura, las tradiciones y en el día
a día del país. Esta práctica logra un equilibrio en su desarrollo económico,
respectando el patrimonio e incluyendo a las comunidades locales como parte de
ese crecimiento, lo que convierte a Costa Rica en un destino responsable y
perfecto para quienes respetan el medioambiente. Para categorizar a las
empresas turísticas de acuerdo con su modelo de sostenibilidad, el Instituto
Costarricense de Turismo cuenta con el Certificado para la Sostenibilidad
Turística, CST.
3. Disfrutar del buen tiempo
los 365 días del año
Mientras que la
mayoría de países del resto del mundo experimentan grandes variaciones entre
unas estaciones y otras, Costa Rica puede presumir de vivir en una primavera
constante. Es un clima tropical con una temperatura promedio de 22º C, que sube
considerablemente en las zonas costeras. Los cambios de temperatura son
constantes debido a la gran variedad de microclimas con los que cuenta el país.
Gracias a las cortas distancias de un país pequeño como Costa Rica, estas
variaciones se pueden experimentar en un solo día.
4. Admirar un país pacífico y
educado
Costa Rica es
uno de los pocos países del mundo sin ejército. Así lo estableció el gobierno
en 1948, cuando se abolió para invertir ese dinero en educación y gasto social,
mejorando la calidad de vida de los costarricenses. Así, Costa Rica es uno de
los países latinoamericanos con mayor grado de alfabetización. Esta paz social
hace del país un lugar agradable y seguro para el visitante.
5. Explorar un pequeño país
con un gran corazón
Su población no
llega a los cinco millones de personas, pero la riqueza de Costa Rica se
encuentra precisamente en la diversidad cultural de sus gentes. Su población se
ha ido desarrollando en el mestizaje entre indígenas de origen prehispánico,
europeo (español), ascendencia africana y asiática… Los ticos, como se conoce a
los costarricenses, son famosos por ser gente hospitalaria y amable, siempre
dispuestos a ayudar.
6. Dejarse contagiar por la
felicidad tica
En 2016 Costa Rica
fue seleccionado por tercera vez como el país más feliz del mundo. Este estudio
fue realizado por New Economics Foundation, en base a factores como el
bienestar, la esperanza de vida al nacer, la desigualdad social y la huella
ecológica. Una manera de vivir que también se disfruta en pequeños placeres: un
café tico cultivado en las alturas, un plato de marisco fresco a pie de mar o
una puesta de sol en la playa.
7. Poner a prueba la
adrenalina al aire libre
Practicar surf
en las aguas del Pacífico y el Caribe en un solo día y experimentar la
sensación de volar por las copas de los árboles en el país en el que nacieron
los tours de ‘canopy’ son dos de las actividades más populares para los que van
en busca de aventura. Pero también el rafting, el piragüismo, el ‘trekking’…
Siempre hay algo que hacer en Costa Rica. La basta naturaleza tica se presta a
todas estas disciplinas como un auténtico parque de aventuras al aire libre.
8. Descubrir un misterioso
legado indígena
Por todo el
territorio costarricense hay repartidas 235 esferas de piedra (desde 20
centímetros a dos metros) cuyo simbolismo y propósito sigue siendo todo un
misterio. Se cree que los ancestros que vivieron en la costa del Pacífico Sur
tallaron estas esferas desde el año 400 A.C hasta la colonización de los
españoles. Una producción que se extendió durante 2.000 años. Estos objetos
precolombinos se organizaban en líneas, triángulos o rectángulos y son
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Pueden verse en el valle de Diquis,
cerca de la Finca 6.
9. Contemplar sus majestuosos
volcanes
Como forma
parte del Anillo de Fuego del Pacífico, Costa Rica cuenta con más de una docena
de volcanes y unos 300 focos volcánicos. Entre los más famosos están el Arenal
o el Irazú. El primero estuvo activo hasta 2010 y a su alrededor se han
establecido varios centros de aguas termales. Irazú se encuentra a solo 30
kilómetros del centro de San José y es el volcán más alto del país (3.432
metros). Es parque nacional desde 1955 y tiene cinco cráteres. Actualmente,
presentan una notable actividad los volcanes Poás (provincia de Alajuela),
Turrialba (provincia de Cartago) y Rincón de la Vieja (provincia de
Guanacaste). La actividad turística se mantiene, y la vistosidad e inquietud se
convierten en atractivo mientras se respeten los anillos de seguridad.
10. Conocer el significado de
“Pura Vida”
No es un
eslogan, aunque así sea conocido universalmente. “Pura Vida” es la forma que
tienen los ticos de entender la vida, de una manera sana, relajada y en
contacto con la naturaleza. La expresión de una forma de sentir y de vivir que
transmite tranquilidad y felicidad a partes iguales. Además de resumir en dos
palabras el sentimiento de todo un país, “Pura Vida” también se utiliza como
saludo, despedida, agradecimiento o admiración.
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