30 oct 2015

El Machu Picchu en Perú, el Palacio de los Incas

Machu Picchu se alza a 2.430 m sobre el nivel del mar en un paraje de gran belleza, en medio de un bosque tropical de montaña. La ciudad fue, probablemente, la más asombrosa realización urbana del Imperio inca en su apogeo. Da la impresión de que sus gigantescas murallas, terrazas y rampas hubieran sido esculpidas naturalmente en las escarpaduras de la roca. El marco natural, en la vertiente oriental de los Andes, abarca la parte superior de la cuenca del Amazonas, con su rica diversidad de flora y fauna.


Situado en la pendiente de una montaña granítica desgastada por la erosión que domina un meandro del río Urubamba, Machu Picchu es un yacimiento arqueológico de renombre mundial. Su construcción, realizada siguiendo un plan muy riguroso, constituye una de las más espectaculares realizaciones de los incas, la mayor civilización de las Américas antes de la llegada de los europeos.
  
El santuario histórico de Machu Picchu abarca 325 km² en uno de los territorios montañosos de los Andes peruanos más atractivos desde el punto de vista paisajístico. Fue el último baluarte de los incas, con una importancia arquitectónica y arqueológica superlativas, sigue siendo uno de los lugares más importantes de Latinoamérica desde el punto de vista cultural. El trabajo en piedra constituye un ejemplo de primer orden de la utilización de la materia prima natural para lograr una extraordinaria arquitectura totalmente acorde con su entorno. Los valles circundantes han sido cultivados continuamente desde hace más de 1.000 años, una de las muestras más duraderas de una relación productiva entre el hombre y la tierra.

La población de los alrededores de Machu Picchu continúa viviendo casi de la misma manera que sus antepasados incas, con una dieta basada en las patatas, el maíz y las llamas. Machu Picchu constituye también un hábitat seguro para algunas especies amenazadas, como el oso de anteojos.


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