25 abr 2012

Expedición a la Laguna de la Nava, Palencia


La Laguna de la Nava fue originalmente una gran laguna natural de más de 2.000 ha situada al suroeste de la provincia de Palencia. Tras varios intentos de desecación, desapareció finalmente como humedal en el año 1968 para abrir nuevas tierras de cultivo. Sin embargo, a partir del año 1990 hay un exitoso proyecto de recuperación del humedal llevado a cabo por la Fundación Global Nature y diversas administraciones, dado que se ha restituido unas 400 hectáreas. Está integrada dentro de la Zona de especial protección para las aves (Zepa) y forma parte de humedales del Convenio de Ramsar.

La actual Laguna de la Nava es una laguna esteparia, con un régimen hidrológico anual controlado de forma artificial, debido a que la aportación de precipitaciones es mínimo y claramente insuficiente. Es una laguna de baja profundidad, con unos 40 cm de media, que se mantiene con agua desde el otoño hasta que se seca durante el verano. El agua que se introduce en las cubetas de la laguna procede en su mayor parte del Canal de Castilla.

Acoge importantísimos contingentes de aves acuáticas, y existe en la actualidad un inventario con 222 especies de aves, lo que supone el 41% de todas especies presentes en la península ibérica.

Es zona de importancia internacional por el Ansar común (Anser anser) con concentraciones máximas de hasta 10.000 individuos. Acoge especialmente anátidas y limícolas, (con máximos de hasta 20.000 aves), sobre todo en la invernada y los pasos migratorios de primavera y otoño. También hay que resaltar su relevancia durante el verano, época más desfavorable para las aves acuáticas. En esta época del año, la Nava es uno de los pocos lugares donde encuentran hábitat y condiciones favorables en el ámbito nacional.


Entre las especies que visitan la laguna destacan: la oca risueña pequeña (Anser erythropus), el cernícalo primilla (Falco naumanni), la avutarda (Otis tarda) y la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), la espátula (Platalea leucorodia) , el avetoro común (Botaurus stellaris), la garcilla cangrejera (Ardeolla ralloides), pasos de cigüeña negra (Ciconia nigra), el ánade friso (Anas strepera) o el fumarel cariblanco (Chlidonias hybridus). Otro ave de paso en migración es el carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola), que estaba considerada en peligro y de la que no se tenía mucha información. Por este motivo, se concedió un Proyecto Life de la UE para la Conservación de la Carricerín cejudo en la ZEPA "La Nava - Campos" entre los años 2002 y 2006, llevado a cabo por la Fundación Global Nature.

En la flora, destacar la presencia de especies raras y amenazadas, como la Chara oedophylla y otros macrófitos acuáticos como la Zannichellia obstusifolia. También cabe mencionar la presencia de una acuática emergente, Botumus umbelatus, planta escasa y en regresión en la Península Ibérica.

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