La
extraordinaria variedad natural de Chile abarca desde el desierto más
árido del mundo, pasando por el altiplano, hasta lagos, volcanes,
canales australes y glaciares que rompen sobre el océano. País de
paisajes contrastantes y sobrecogedores, donde el contacto con la
naturaleza está más que asegurado y donde aún es posible encontrar
rincones inexplorados. Existen más de 30 Parques Nacionales que se
encuentran a lo largo y ancho de Chile. El país suma más de cuatro
mil kilómetros de costa con playas para todos los gustos. Aquí
puedes encontrar todos los climas del planeta, menos uno –el
tropical húmedo–, los que permiten el desarrollo de múltiples
paisajes naturales.
El
Desierto
de Atacama,
el más seco del mundo, con sus salares, termas
y
geisers, grandes minas de cobre y otros minerales, como la de
Chuquicamata, en Calama,
y otras a grandes altitudes en el altiplano,
y fértiles quebradas y oasis cuyos frutos únicos invitan a tours
gastronómicos.
En
la
zona
sur el paisaje se torna lluvioso, verde, campestre y aquí comienza
la selva templada. La Patagonia austral es una zona indómita, de
frío intenso y fuertes vientos, con fiordos, lagos y ríos
torrentosos. Es una excelente zona para el avistamiento de ballenas.
La Torres del Paine con su parque nacional es la octava maravilla
natural del mundo. A bordo de un barco es una opción diferente para
conocer la Patagonia.
Recorre
el país en bicicleta, conoce sus parques nacionales a pie
practicando trekking. Si prefieres la comodidad sube en un coche y
circula por la Carretera Austral CH-7. Saborea los excelentes vinos
que se producen. Y sin olvidarte de pasear por las calles de la
capital chilena, Santiago de Chile.
La
diversidad se completa en las islas como el archipiélago de Chiloé,
el desconocido archipiélago de Robinson Crusoe y la mágica Isla de
Pascua (Rapa Nui).
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