14 ene 2020

LA IGUANA MARINA, ISLAS GALÁPAGOS EN ECUADOR


Las iguanas marinas (Amblyrhynchus cristatus) suelen describirse como nadadores potentes que bucean para nutrirse de algas submarinas. En realidad, sólo las iguanas más grandes -más de 1,8 kg- bucean generalmente para alimentarse. Las más pequeñas -hasta 1,2 kg- se alimentan sólo de las exuberantes algas de las zonas intermareales y su actividad alimentaria se limita a las horas en que hay marea baja y el mar está más o menos calmado.


Las iguanas pequeñas no pueden estar expuestas por mucho tiempo al agua del mar -que en las islas Galápagos es a menudo fría, con un rango anual de 14-25ºC-, ya que su temperatura corporal descendería demasiado. Ello les obliga a alimentarse cuando la marea está baja, pero si esto sucede después del alba, se arriesgan a estar demasiado frías y poco activas para comer. Asimismo, si la marea desciende poco antes del ocaso, es posible que las salpicaduras de las olas les enfríen demasiado y que no tengan luz solar suficiente para recalentarse antes del anochecer. Para conservar el calor, las iguanas pequeñas se apiñan unas junto a otras.

Las iguanas que se alimentan bajo el agua no tienen estos problemas y suelen asolearse cada mañana y concentrar su actividad alimentaria al final de la mañana y en torno al mediodía. Esto les da mucho tiempo para asolearse y entrar en calor a primeras horas de la tarde, cuando el sol todavía calienta las rocas. Treinta son los minutos que las iguanas marinas pueden estar sumergidas mientras bucean en busca de alimentos. Como resultado de su alimentación, deben librarse del exceso de sal que ingieren, excretando sal concentrada en forma de cristales desde una glándula salífera nasal.





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