16 jul 2019

EL OSO POLAR, EL REY DEL ÁRTICO


El oso polar u oso blanco (Ursus maritimus) es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los osos. Vive en el medio polar y zonas heladas del Hemisferio Norte.

Los osos polares son típicamente solitarios, y machos y hembras sólo se juntan para aparearse unos pocos días a finales de invierno o a principios de primavera. Las hembras preñadas pasan el invierno en oseras cavadas en la nieve, a unos pocos kilómetros de la línea de costa, donde paren dos o tres diminutas crías.

Los oseznos nacen con pelaje, pero con los ojos cerrados, y a veces sólo pesan 600 g. La hembra permanece en hibernación, amamantando a sus crías hasta el abril. Cuando la joven familia sale de la osera, los oseznos ya suelen pesar 10-15 kg; permanecen con su madre los dos o tres años siguientes, periodo durante el cual ella les enseña a cazar y les protege de cualquier peligro. Los adultos son buenos nadadores pero las crías pequeñas se ahogan fácilmente, y de ahí que los pequeños permanezcan sobre el hielo sólido.


Aunque la presa principal del oso polar es la foca ocelada y, a veces, la barbuda, come casi todo lo que puede matar, desde peces y crías de aves hasta caribúes y crías de morsa y ballenas. Para cazar suele quedarse muy quieto junto a un agujero de hielo donde las focas salen a respirar. Cuando aparece una foca, el oso la golpea con su zarpa anterior, la arrastra hacia el hielo y le muerde la cabeza. En la superficie del hielo, el oso polar confia en su magnífico camuflaje para recechar las focas que descansan. Se arrastra tan cerca como puede y cuando las tiene al alcance, corre a unos 45 km/h. Aún así, pocas veces tiene éxito en la caza, y de ahí la importancia de la carroña.
Los cadáveres de focas a orillas del mar, o de caribúes o de bueyes almizcleros en tierra, son una importante fuente alimenticia. Tiene un excelente olfato y puede detectar carroña desde muy lejos.

Su intestino está adaptado para digerir la grasa de mamíferos marinos. Los jóvenes comen la carne de las focas, mientras que los adultos prefieren la grasa. Aunque es el más carnívoro de los osos y depende de la grasa de mamíferos marinos para obtener gran parte de su energía, el oso polar es un omnívoro muy oportunista y en épocas de escasez no duda en comer bayas, algas gigantes y basuras.

La UICN considera que el número de osos polares se ha reducido en al menos un 30% en los últimos 45 años. Para 2088 la población se calculaba entre 20.000 y 25.000 individuos. El 60% de los ejemplares se encuentran en Canadá. Las amenazas más modernas las constituyen la acumulación de contaminantes en el hielo y la atmósfera árticos y el calentamiento que está afectando su ecosistema.







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