28 ago 2015

LAS ISLA DE BORACAY EN FILIPINAS

Boracay es una pequeña isla de 9 kilómetros de largo por 1 kilómetro de ancho que se encuentra en el conjunto de islas denominados las Bisayas. Las playas son de las más hermosas: arena blanca, palmeras, agua transparente y una temperatura ideal. Un verdadero paraíso en la tierra.

La isla de Boracay se extiende de sur a norte. La zona más turística de la ciudad se encuentra a lo largo de la White Beach, sobre la costa oeste de la isla. Aquí está la mejor playa y la que ofrece, por su ubicación, increíbles atardeceres. La White Beach se divide en 3 estaciones de embarcaciones, desde donde parten excursiones. 


La isla de Boracay se encuentra a unos 400 kilómetros de Manila, a una hora de vuelo desde la capital de las Filipinas. Una vez en tierra, hay que navegar unos 30 minutos adicionales hasta Boracay, a bordo de un barco autóctono sin quilla que permite descabalgar a los clientes a pie de playa, frente a los resorts situados en la White Beach o Playa Blanca. Esta playa inconmensurable, de cuatro kilómetros de largo, está considerada por como una de las mejores playas del mundo.

Está sitiada por una barrera de árboles tropicales, predominantemente palmeras, que albergan los hoteles. Hay aproximádamente unos 300 alojamientos de toda índole y precio en la isla, pero los de primera línea disponen de unas fantásticas vistas.



Todo y la pequeña superficie de la isla, de poco más de 10 kilómetros cuadrados de superficie, y de contar con una playa de cuatro kilómetros, Boracay tiene otras características especiales. En la vertiente este, la playa de Bulabog es famosa por su viento, que puede alcanzar los seis nudos, lo que la convierte en una de las zonas del windsurf de Filipinas.



Su población de unos 20.000 habitantes viven en tres pequeñas comunidades: Yapak, al norte, Balabag, en el centro, y Manoc-manoc, al sur. Su envoltorio son doce playas de arenas blancas y en el interior una serie de caminos que conducen a bosques y selvas tropicales.

En los primeros meses del año se celebra también el Ati-Atihan, un festival dedicado al niño Jesús donde se mezclan los ritos paganos de los atis con la religión cristiana traída por los misioneros españoles en la época colonial. Además de las misas y las procesiones por las calles, es también un desfile de coloridas tradiciones indígenas, de bailes guerreros, de música y de máscaras. El resto del año la vida cultural de la isla es más tranquila, pero no por ello inexistente. Al norte de la White Beach, la familia Tirol, una de los clanes más emblemáticos de Boracay, abrió un pequeño museo privado que conserva antigüedades chinas y malayas y objetos de la vida popular; mientras que una visita al museo Kat Tir puede significar el primer acercamiento a las tradiciones y costumbres filipinas.






  

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