20 nov 2017

COSAS QUE NO DEBES PERDERTE DE VER EN COSTA RICA

NATURALEZA Y AVENTURA
1. Avistar tortugas, ballenas y delfines
En Costa Rica habitan más de 6.700 especies marinas, de las cuales 90 solo existen aquí. Gracias al fenómeno oceanográfico Domo Térmico se genera gran cantidad de plancton que atrae a ballenas, tiburones, delfines y tortugas. Así, de septiembre a enero se pueden ver ballenas jorobadas y mantas diablo en el golfo del Papagayo, y delfines en las Islas Murciélago. En Costa Rica se encuentran algunas de las playas de anidación de tortugas más importantes del mundo. Tortugas de cinco especies –lora, baula, verde, carey y cabezona– realizan este rito milenario en playas como Ostional.
2. Conocer la historia de sus majestuosos volcanes
Como forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, Costa Rica alberga más de 200 formaciones volcánicas identificadas. Con 65 millones de años a sus espaldas, tan solo un centenar mantienen algún signo de actividad. Para encontrarlos hay que dirigirse a las Tierras Altas Centrales y al norte del país. De todos ellos, Arenal e Irazú (el más alto) están entre los más visitados. En el primero se puede contemplar su actividad tanto de día como de noche, y recorrer sus senderos para observar la flora y fauna del parque. Volcanes activos como Turrialba, Poás y Rincón de la Vieja puede visitarse sin riego alguno, respetando los anillos de seguridad.
3. Volar como un pájaro en un canopy tour
En los años 90 se creó en Costa Rica una nueva forma de aunar aventura y naturaleza. El canopy tour permite sentir que se vuela entre los árboles para explorar la gran biodiversidad del bosque nuboso costarricense. ¿Cómo? Gracias a un sistema de cables que pueden medir hasta 700 metros de largo y que finalizan en plataformas de madera instaladas en las copas de los árboles. Este sistema se ha ido adaptando a todo tipo de paisajes (cañones, cascadas, ríos y otros tipos de bosques) y exportado a otros países de Latinoamérica, repercutiendo lo mínimo posible en la vegetación. En Costa Rica, uno de los lugares más famosos para practicar canopy es el bosque nuboso de Monteverde.
4. Contemplar el cielo en la Tierra: río Celeste
El responsable del llamativo color entre azul y turquesa de este río y de su majestuosa catarata, perteneciente al Parque Nacional Volcán Tenorio, es el sílice coloidal. El Río Celeste es una de las visitas obligatorias en Costa Rica, ya que combina naturaleza, aventura y actividades geológicas. Entre los puntos más llamativos están la catarata con 30 metros de caída y la zona del Teñidero, donde las aguas se tiñen de un turquesa que recuerda al cielo. El río se puede recorrer practicando ‘tubbing’.
5. Avistar un quetzal en San Gerardo de Dota
Este ave de unos 40 centímetros y de llamativos colores –rojo y verde– es una de las imágenes más icónicas de Costa Rica y una especie amenazada según la IUCN (International Union for Conservation of Nature). El mejor lugar para avistarlos es el Parque Nacional de los Quetzales, en el distrito Copey y en San Gerardo de Dota. Se encuentra a 76 kilómetros al sur de San José y es un bosque nuboso en el que también habitan otras especies de flora y fauna endémica.



CULTURA
1. Visitar un poblado indígena
Cabécares, guaymíes y borucas son algunos de los grupos indígenas que aún habitan en el Pacífico Sur. Viven en reservas y algunas de ellas, como la del pueblo de Boruca, puede visitarse ya que cuenta con un museo comunitario indígena que muestra sus tradiciones y costumbres. A poca distancia del pueblo hay unas cataratas que estos indígenas consideran un lugar sagrado. Un buen momento para conocer a los borucas es en diciembre, cuando celebran la Fiesta de Los Diablitos, una representación de la lucha a muerte que se vivió cuando los españoles invadieron estos territorios.
2. Pasear por el centro de San José
En barrios de San José como Amón, las antiguas mansiones coloniales se han reconvertido en galerías de arte o pequeños hoteles con encanto. Un buen ejemplo de cómo la cultura ha sido y es uno de los grandes potenciales de la capital de Costa Rica. Con una temperatura media muy agradable durante todo el año, cuenta con varios parques y espacios al aire libre como el Parque Nacional y el Parque Metropolitano La sabana, mercados como el Central o el Nacional de Artesanía y una variada oferta gastronómica como la del barrio Escalante.
3. Aprender a pintar carretas en Sarchí
Situado en el centro del país y a una hora por carretera desde San José, Sarchí (perteneciente a la provincia de Alajuela) es conocido por su artesanía, principalmente en madera. Bandejas, cajas y figuras decorativas que se venden en las decenas de tiendas del pueblo. El objeto estrella son sus carros de bueyes, construidos artesanalmente y vendidos por todo el país. De llamativos colores y decoraciones, son uno de los símbolos nacionales, y en los talleres del pueblo se enseña cómo pintarlas.
4. Descubrir la cultura afrocaribeña en Puerto Viejo
Puerto Viejo de Talamanca, como buena parte de la zona caribeña de Costa Rica, se caracteriza por una herencia cultural basada tanto en raíces africanas como indígenas. Un legado que influye en su gastronomía con platos como el arroz con frijoles, en su música con el ritmo del Calipso y en sus costumbres, así como en las coloridas casas de este pueblo costero del extremo sureste del país.
5. Tocar la marimba, instrumento tico
Conocida como el piano de América, la marimba es el instrumento musical nacional de Costa Rica. Un emblema que representa el espíritu pacífico del pueblo costarricense. Este instrumento de percusión comenzó a usarse en el país a finales del siglo XVIII, aunque su origen no está muy claro. Actualmente se utilizan para canciones y bailes folklóricos en fiestas patronales como las de Santo Cristo de Esquipulas (del 14 al 18 de enero) y en las escuelas. En todo el país se trabaja para mantener el patrimonio intangible de los marimbistas –quienes las hacen– y los marimberos –quienes las tocan–.
6. Vivir alguna de las fiestas tradicionales del país
Muchas de las celebraciones de Costa Rica tienen que ver con festividades religiosas, como La Romería, una caminata hacia la Basílica de los Ángeles (Cartago) la víspera del 2 de agosto, festividad de la celebración litúrgica de la patrona del país. Pero también hay rituales paganos como los Carnavales de Limón, que se organizan en la semana del 12 de octubre, para conmemorar el Día de las Culturas. Se organizan desfiles de comparsas y carrozas, conciertos... Es un evento de gran interés turístico.

RELAX Y WELLNESS
1. Relajarse en aguas termales
Muchos de los parques nacionales del país cuentan con espacios de aguas termales. Es el caso del Parque Nacional Volcán Arenal, con aguas ricas en minerales asociados a la salud. Las aguas del río Tabacón alcanzan los 37 grados, por lo que se han construido espacios turísticos a su alrededor. También en Tenorio, el valle de Orosí o el Rincón de la Vieja. Cerca del pueblo de Guayabo hay aguas termales amarillentas, cargadas de minerales volcánicos.
2. Disfrutar en un ‘ecolodge’
En su compromiso por el respeto a la naturaleza, Costa Rica apuesta por un turismo sostenible en el que los ‘ecolodges’ están tomando un papel fundamental. Algunos de ellos están construidos en mitad de reservas naturales, como la Península de Osa, pero perfectamente integrados con el entorno y bajo un compromiso de bajos residuos. Alojamientos sencillos, pero con todas las comodidades para el viajero, que contribuyen al ecoturismo por el que apuesta el país y que benefician a las comunidades locales.
3. Contemplar sus decenas de cascadas
La Catarata de la Paz, con sus 37 metros de caída, puede considerarse la más famosa de Costa Rica. Se encuentra en una zona de bosque húmedo conservada como área ecológica privada. Aunque el baño está prohibido por la gran potencia del agua, cuenta con un recorrido por senderos y plataformas de observación.
Las de Montezuma (península de Nicoya) son tres cascadas con una caída de 20 metros y terminan en una piscina natural rodeada de vegetación.



GASTRONOMÍA
1. Aprender todo sobre el mejor café del mundo
Costa Rica fue el primer país de Centroamérica en establecer una industria cafetera a principios del siglo XIX. Hoy en día, el 100% del café costarricense es de la especie arábica; concretamente de las variedades Caturra y Catuaí. Se cultiva en suelos de origen volcánico con poca acidez como en Hojancha (Guanacaste), y muchas de las plantaciones se encuentran a más de 1.000 metros de altitud. Estas condiciones otorgan una personalidad especial al café costarricense.
2. Probar comida local en una soda

Como en casa. Así se come en las sodas, pequeños restaurantes familiares que sirven generosos platos típicos a buenos precios. El arroz es el ingrediente más utilizado en las cocinas ticas; así, entre las recetas más populares del país está el Gallo Pinto a base de arroz y frijoles negros, o los tamales, preparados con harina de maíz, arroz, carne de cerdo, frijoles y verduras. Un buen lugar para probarlo es el Mercado Central de San José.






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